La cetosis es un estado metabólico en que el cuerpo utiliza grasa y cetonas en vez de glucosa (azúcar) como principal fuente de energía.
La glucosa se almacena en el hígado y se libera según las necesidades de energía. Sin embargo, si el consumo de carbohidratos ha sido muy bajo durante un día o dos, estas reservas de glucosa se vacían. El hígado puede sintetizar algo de glucosa de los aminoácidos de las proteínas que ingerimos mediante un proceso llamado gluconeogénesis, pero está lejos de ser suficiente para satisfacer las necesidades del cerebro, que requiere un suministro de energía constante.
Afortunadamente, la cetosis puede proporcionarte una fuente alternativa de energía.
En cetosis el cuerpo produce cetonas a un ritmo acelerado. Las cetonas, o cuerpos cetónicos, se producen en el hígado a partir de la grasa que has comido y de tu propia grasa. Estos tres cuerpos cetónicos son el betahidroxibutirato, el acetoacetato y la acetona (aunque la acetona es técnicamente un producto de descomposición del acetoacetato).
En realidad, el hígado produce cetonas de forma regular incluso si se sigue una alimentación más alta en carbohidratos. Esto ocurre principalmente por la noche mientras duermes, pero normalmente son solo cantidades pequeñas. Sin embargo, cuando los niveles de glucosa e insulina disminuyen con una dieta con restricción de carbohidratos, el hígado aumenta la producción de cetonas para proporcionar energía al cerebro.
Una vez que el nivel de cetonas en sangre llega a un cierto umbral, se considera que estás en cetosis nutricional. Según el Dr. Stephen Phinney y el Dr. Jeff Volek, investigadores expertos en dieta cetogénica, el límite para estar en cetosis nutricional es de un mínimo de 0,5 mmol/L de betahidroxibutirato (el cuerpo cetónico que se mide en la sangre).
Aunque tanto el ayuno como la dieta keto te permiten entrar en cetosis, solo una dieta keto es sostenible durante largos periodos de tiempo. De hecho, parece ser una forma saludable de comer que se puede seguir indefinidamente.
2. Beneficios de la cetosis
Además de proporcionar una fuente sostenible de energía, las cetonas —y en particular, el betahidroxibutirato— pueden ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, del cual se cree que juega un papel en la aparición de muchas enfermedades crónicas.
De hecho, hay varios beneficios conocidos y potenciales de estar en cetosis nutricional.
Beneficios conocidos:
- Regulación del apetito: Una de las primeras cosas que la gente experimenta con frecuencia cuando está en cetosis es que ya no tiene hambre a todas horas. De hecho, las investigaciones han mostrado que estar en cetosis reduce el apetito. Un estudio analizó a las personas que habían adelgazado siguiendo una dieta cetogénica durante ocho semanas y después reintrodujo pequeñas cantidades de carbohidratos. Los investigadores informaron de que los niveles de grelina (la “hormona del hambre”) se redujeron en las personas que habían permanecido en cetosis, mientras que las personas que ya no estaban en cetosis tuvieron niveles más altos de grelina.
- Pérdida de peso: Muchas personas comen menos de forma automática cuando restringen los carbohidratos y tienen permitido comer tanta grasa y proteína como necesiten para saciarse. Debido a que las dietas cetogénicas inhiben el apetito, reducen los niveles de insulina y aumentan la quema de grasa, no es sorpresa que hayan mostrado que son más efectivas que otras dietas para bajar de peso.
- Corrección de la diabetes y la prediabetes: En el caso de las personas con diabetes tipo 2 o prediabetes, estar en cetosis puede ayudar a normalizar la glucemia y la reacción a la insulina, potencialmente permitiendo que se pueda dejar la medicación para la diabetes.
- Mejora potencial del rendimiento deportivo: La cetosis puede proporcionar un suministro de energía muy duradero durante el ejercicio sostenido tanto en deportistas de alto nivel como en deportistas aficionados.
- Control de crisis epilépticas: Mantenerse en cetosis con la dieta cetogénica clásica o con la menos estricta dieta Atkins modificada tiene un efecto probado para controlar la epilepsia tanto en niños como en adultos que no responden a la medicación antiepiléptica.
También hay prometedores estudios preliminares que parecen indicar que la cetosis puede ser beneficiosa para muchas otras afecciones, como para reducir la frecuencia y la gravedad de las migrañas, revertir el SOP, quizás mejorar las terapias convencionales de cáncer cerebral, posiblemente ralentizar la progresión del Alzheimer, así como ayudar de forma potencial a tener una vida más larga y saludable (artículo en inglés). Aunque se necesitan más estudios de buena calidad para confirmar tales efectos, buena parte de las investigaciones iniciales son muy esperanzadoras.